La franquicia de la compañía
Ubisoft, Assassin’s Creed, se ha ido
convirtiendo, con el paso de las entregas, en uno de los títulos más exitosos
de la actual generación de consolas. Pese a todas las polémicas que se
generaron en torno a su primera entrega, la serie ha llegado a consolidarse
como uno de los lanzamientos más importantes por estas fechas cada año. La última
entrega de la franquicia Assassin's Creed es una nueva aventura cargada de
sorpresas, intensas emociones e infinidad de misiones principales y secundarias
por resolver. Desmond, Ezio y Altair se vinculan por primera vez para compartir
el protagonismo de una nueva y satisfactoria entrega de esta franquicia.
Esta nueva aventura nos lleva a Constantinopla, el puente
entre Europa y Asia, y que hará que Ezio repita algunas de las hazañas de su
ilustre antecesor Altair, protagonista del primer título de la saga. Con la última epopeya de un Ezio
ya entrado en años que se ha embarcado hacia el este para descubrir los
secretos de su orden, Ubisoft parece terminar la trayectoria de la serie por el
Renacimiento en Revelations, cerrando un ciclo al desvelar los secretos de las
historias de Ezio, Desmond y Altair, y atando los cabos sueltos de anteriores
entregas.
Este año los chicos de Ubisoft
han realizado un importante esfuerzo argumental para aunar las historias y
líneas temporales de los tres grandes protagonistas de esta historia. El juego
mantiene, a grandes rasgos, todas las
características básicas que se han ido asentando entrega tras entrega, añadiendo nuevos aspectos y elementos que
dotan a la producción de un poco más de profundidad y dan esa sensación de
evolución tan satisfactoria. Aunque las novedades no son tan notorias ni
importantes como las viastas entre las anteriores entregas, deja un buen sabor
de boca al mantener dinámicas bien conocidas y añadir otras que mantienen
fresco el producto, pese a que no se corrieron grandes riesgos.
Visto lo visto, los seguidores de
la saga no deberían perderse este nuevo título, que mantiene elementos de sus
antecesores evolucionándolos, además de añadir alguna que otra novedad. El
cambio de ubicación a la ciudad de Constantinopla le da un toque exótico, a
medio camino entre el primer Assassin’s Creed y los posteriores. Nos
encontramos pues en 1511, con un Ezio ya con casi cincuenta años que llega a la
futura Estambul, conquistada casi seis décadas atrás por los turcos, para
enfrentarse de nuevo a sus tradicionales enemigos, los templarios.
Argumentalmente, nos ubicamos
justo después de los acontecimientos de La Hermandad. En estos momentos Desmond
se encuentra atrapado dentro del Animus en una
especie de estado comatoso, y allí se encontrará con un antiguo amigo y
entrará en recuerdos perdidos, fuera de las cadenas principales de ADN, con lo
que visitará nuevas épocas con el objetivo de encontrar un recuerdo perdido en
el que Altair y Ezio se vinculen entre sí y así poder recuperar su consciencia.
En esta ocasión, las memorias de Ezio nos presentan a un héroe italiano ya
bastante mayorcito, que pese a conservar sus habilidades casi intactas, ya no
es lo que era antaño.
En este juego
asumiremos el rol de tres personajes diferentes, pero cuyos destinos están
unidos por su genética. Estos se tratarán de Altair, el protagonista de la
primera entrega; Ezio, héroe del segundo y tercer capítulo; y por último,
Desmond, el protagonista en el presente. Pese a esto, como en las dos últimas
entregas, el protagonista principal será Ezio, aunque tendremos bastantes
ocasiones en las que nos pondremos en la piel de los otros dos protagonistas,
dotando así al juego de una mayor versatilidad de situaciones y un ritmo
narrativo más interesante que consigue enlazar las cuatro entregas hasta la
fecha y ofrecernos una historia global más profunda.
En este nuevo Assassin’s Creed seguimos
teniendo un mundo abierto a nuestra disposición al que se irán sumando algunas
zonas extra a medida que avanza el juego. Además en Constantinopla volvemos a
poder hacer muchas cosas aparte de seguir la historia principal de Ezio. En
este sentido, Revelations mantiene las novedades de la anterior entrega,
permitiéndonos liberar las diferentes zonas de la ciudad y luego rehabilitar
sus comercios para obtener ingresos, también cuenta con pasadizos para saltar
rápidamente de una parte a otra, y una gran cantidad de misiones secundarias
que llevar a cabo.
Las zonas del juego son,
fundamentalmente, Constantinopla, Capadocia y Masyaf, donde el objetivo clave es recuperar un antiguo artefacto
que Altair ocultó en la fortaleza de los asesinos. Los templarios están también
intentando hacerse con él, por lo que toda la aventura será una dura lucha por
conseguir las llaves necesarias para abrir la puerta tras la que se oculta
dicho artefacto. La historia, siguiendo con la línea de las entregas
anteriores, es interesante y está
cargada de sorpresas, traiciones, giros argumentales y la presencia de
abundantes personajes históricos que dotan a toda la producción de un halo de
realismo que permite que nos sumerjamos mejor en los eventos históricos que se
nos narran y que se entremezclan una vez más con acierto con los fantásticos.
La ciudad de Constantinopla está
dividida en dos partes, una de ellas en Europa y otra en Asia, separadas por el
estrecho del Bósforo, que podremos cruzar tanto en barca como a través de los
túneles subterráneos de la ciudad. La parte del norte, es la más pequeña y es el
bastión inicial de los asesinos en la antigua Estambul. La zona del sur, la
Constantinopla clásica, está inicialmente bajo el control de los templarios,
dominio que tendremos que reclamar para los asesinos realizando incursiones en
las que matar al capitán templario y luego escalar a una torre para asumir el
control de nuestro territorio. En este aspecto es algo muy similar a lo que teníamos
que realizar en la anterior entrega. Pero en este nuevo título aparte de los
templarios, la ciudad también está llena de soldados del Imperio, que a veces
también nos estorbarán, pero que también pelearán en ocasiones contra los
templarios.
La novedad en esta parte del
juego está en que ahora los templarios intentarán, de vez en cuando, retomar el
control de algunas de estas guaridas, pasando al minijuego de "defensa de
distrito". Se trata de un breve minijuego de estrategia, que se ha
desarrollado con la colaboración del estudio Massive de Ubisoft, en el que
tendremos que hacer frente a oleadas de enemigos desde los tejados de la zona,
mientras se acercan a nuestra guarida, usando también barricadas, artillería y
el propio fusil oculto de Ezio para repeler el ataque.
El desencadenante de estas
"defensas de distrito" es el indicador de notoriedad de Ezio, que en esta
entrega cobra aun más importancia si cabe. Si se a cerca al máximo, los
guardias de la ciudad, tanto los templarios como los imperiales, nos
reconocerán y nos perseguirán. Pasado un tiempo con el indicador lleno, se
producirá un ataque templario y volveremos a estar de incógnito. Por lo tanto,
si queremos progresar por el juego sin problemas y rápidamente, tendremos que
tener mucho cuidado de mantener bajo nuestro indicador de notoriedad, que no
solo sube cuando cometamos asesinatos de guardias por la ciudad, sino también
al restaurar comercios. Sobornar a los heraldos cuando nuestro nivel de
notoriedad es bajo o medio será más frecuente que en entregas anteriores.
Ademas si nos pasamos de la raya y aumentamos demasiado nuestra notoriedad, un
oficial nos buscará por la ciudad acompañado de un par de soldados, pero eso
si, al acabar con él reduciremos nuestro nivel de notoriedad a la mitad.
Una novedad en este sentido son
los "acechadores templarios". Se trata de agentes de incógnito que
nos atacarán repentinamente cuando tengamos un nivel de notoriedad alto, el cambio
de la música del juego unos segundos antes servirá para advertirnos de que algo
malo va a pasar. Nos apuñalarán por la espalda si no somos rápidos al
contraatacar, al estilo de lo que ocurre en los modos multijugador. La
presencia de los acechadores le da algo más de variedad a caminar por la ciudad
entre la gente, y a veces incluso nos sorprenderán en medio de una misión,
echándolo todo a perder si nuestro requisito era permanecer sin ser detectado.
La defensa de distrito y el nuevo
sistema de notoriedad son novedades curiosas, pero las más llamativas son el
gancho y las bombas. El gancho lo recibiremos al poco de comenzar nuestra
aventura, y nos permite hacer algunas cosas nuevas. En primer lugar, ahora Ezio
tendrá más capacidad de salto, ya que en aquellos saltos en los que nos quedabamos
por los pelos y caíamos al vacío, ahora podremos usar el gancho y llegar al
saliente de turno, escalar más rápido, al poder saltar y agarrarnos con el
gancho. Esto se aprovecha especialmente bien en las lámparas colgantes y
objetos similares. En La Hermandad, con estas lámparas lo que hacíamos era
balancearnos hacia delante y girar hacia un lado. En Revelations esto sigue
pudiendo hacerse, pero si usamos el gancho lo que haremos será aprovechar la
lámpara colgante para propulsarnos hacia delante.
El gancho también nos da otra nueva
habilidad: la posibilidad de deslizarnos por tirolinas, con ello iremos mucho
más rápido que saltando de tejado en tejado, y además podremos ejecutar
asesinatos desde ella. También vuelve la posibilidad de usar paracaídas para
deslizarnos por los cielos de la ciudad. Es una forma un tanto extravagante de
viajar, y además los paracaídas se gastan y hay que comprar nuevos en el
sastre.
La otra novedad del juego son las
bombas. La inclusión de este elemento ha hecho que los desarrolladores hayan
destinado un botón, el triángulo en el caso de PS3 y el Y en el de Xbox 360, a
las armas secundarias, abarcando las bombas y también los dardos envenenados,
los cuchillos de lanzar y el cañón oculto de Ezio. La novedad en esta nueva
arma secuandaria son los tres tipos de bombas que podremos portar, estas pueden
ser tanto de ataque, como de distracción o tácticas.
Las bombas de ataque sirven para
matar a enemigos, y nos serán muy útiles para acabar con guardias y para salir
de alguna que otra situación. Las de distracción sirven para llamar la atención
de los enemigos y así poder realizar acciones a sus espaldas, mientras que las
tácticas nos ayudarán a librarnos de ellos, o a entorpecerles. Pero dentro de
los tres tipos podremos elegir cómo explota la bomba (por impacto, tras
agotarse una mecha, por proximidad o pegándola a un enemigo), qué tipo de
pólvora usamos para conseguir una explosión de un determinado tamaño u efecto,
y qué hay en el interior de la bomba.. Hay una serie de ingredientes comunes,
pero también muchos secretos que tendremos que descubrir y desbloquear,
logrando una gran variedad de bombas.
También el sistema de la
Hermandad añadido en el juego anterior se mantiene en Revelations, contando con
un sistema de reclutamiento y de gestión de asesinos similar, y teniendo esta
vez una ligera influencia en la historia. Algunas misiones de reclutamiento
serán estándar, como liberar a un ciudadano atosigado por la autoridad, pero
otras nos requerirán algo más, como ganar una carrera o usar algunas de
nuestras habilidades. Esto le da variedad y algo más de significado al sistema.
En el título anterior se incluyó
como gran novedad un modo multijugador que resultó siendo una divertida
propuesta que convertía las dinámicas de sigilo y asesinato del modo principal
en una adictiva experiencia online. En esta nueva entrega se mejoran algunos
defectos del anterior y se añaden muchas opciones de personalización para
nuestros asesinos, aparte de incluir modos de juego más variados. Esta es sin
duda la novedad que agradará más a los seguidores, porque aunque se mantiene el
modo básico de cazar a otros jugadores evitando ser cazado ("se
busca"), ahora se añade una modalidad por equipos donde los bandos se van
turnando ("cacería"), una versión simplificada al máximo del "se
busca", sin mapa y donde tenemos que identificar a nuestra presa, que
resulta tremendamente adictiva ("duelo a muerte"), y una especie de
modo de capturar la bandera ("asalto al artefacto").
Aparte de una mayor variedad en
modos de juego, el modo multijugador también cuenta algo más de la historia.
Del mismo modo que el modo historia sirve para conseguir los recuerdos
genéticos de Desmond, el del modo multijugador es un sistema de entretenimiento
de Abstergo, la malvada organización que sirve de tapadera a los templarios. A
medida que progresemos en este modo iremos descubriendo más sobre los malos de
la saga a base de píldoras de información como recompensa por llegar a ciertos
niveles.
En cuanto al apartado técnico no
hay mucho que decir de Assassin’s Creed: Revelations, ya que en gran medida
recupera el motor y gran parte de las texturas y animaciones de entregas
anteriores. Eso sí, se ha aprovechado para pulir algunos detalles y emplear
nuevas tecnologías con las que lograr que el producto tenga un acabado un poco
mejor que la entrega del año pasado. Así pues, tenemos amplios escenarios muy
detallados, con enclaves bien conocidos y personajes muy bien animados.
En conclusión, creo que
Assassin’s Creed: Revelations es un gran juego que, pese a no dar un gran paso
adelante en lo jugable (es muy similar al anterior de la saga), dejará un gran
sabor de boca a los amantes de la franquicia gracias a su interesante historia,
a su ya conocida y agradable jugabilidad y al buen hacer que destila toda la
producción en general. A pesar de que la historia principal no se hace
especialmente larga, hay abundancia de misiones secundarias y de cosas que
hacer y por explorar a lo largo del juego. Eso sí, el defecto de esta saga es
la dependencia de los capítulos anteriores, esto provoca que si no se han
jugado esta entrega por sí sola carezca mucho de sentido. Un pequeño lastre
que, a medida que se van sumando más y más capítulos, puede ir lastrando a
quienes no posean los anteriores. Por lo que Assassin’s Creed: Revelations no
ganará para la causa de los asesinos a ningún jugador que no haya disfrutado
con los anteriores, pero los fans de las aventuras de Ezio, Altair y Desmond
tienen de nuevo una compra obligada con un título que desvela muchas de las
incógnitas que han ido quedando en el aire durante los últimos años.
El modo historia cuenta con
misiones muy interesantes y muchos momentos memorables, además de una ciudad
llena de secretos y posibilidades para los jugadores que se quieran sumergir en
las calles de Constantinopla. Mientras que el modo multijugador se hace más
variado, que, además de resultar muy adictivo, añade detalles de la historia
que también interesarán a los fans de la saga.
Una vez más, nos encontramos ante un juego redondo y completo, que pese a no evolucionar demasiado la fórmula de los anteriores, sí que añade novedades interesantes, y cuenta con una vertiente multijugador que se ha afianzado y que resultará muy adictiva.