sábado, 3 de diciembre de 2011

SHINOBI 3DS, la vuelta de un clásico



En la década de los ochenta se vivió la moda por las artes marciales. Entre los gimnasios que se abrían en cada esquina del barrio y la multitud de películas que se estrenaban cada dos por tres, raro era el/la que no acababa apuntado a la salida del colegio para practicar alguna de estas disciplinas. Pero si había algo que fascinaba de toda esta cultura oriental eran los ninjas, asesinos provistos de toda clase de utensilios para acabar con sus víctimas sin hacer ruido. Y claro, en el mundillo del videojuego que tanto se nutre de las modas de cada tiempo lo tuvieron claro. Multitud de juegos aparecieron para aprovechar el tirón pero sólo dos han permanecido en el recuerdo del grueso colectivo: por un lado Ninja Gaiden de Tecmo y por otro Shinobi de Sega.

Shinobi (megadrive)

En plena era resucitadora en la que vemos volver de la tumba a viejas glorias actualizadas con filtros gráficos o en nuevas aventuras, nos encanta ver nuestro querido ninja que tan buenos momentos nos hizo pasar en las consolas de Sega antes de que dejase de hacer hardware. Las actualizaciones al nuevo milenio no le sentaron muy bien y el cambio a polígonos con desarrollo en tres dimensiones de dos nuevas entregas para Playstation 2 no consiguieron el efecto deseado. Ahora vuelve bajo la batuta de Griptonite Games, equipo especializado en plataformas portátiles que ha trabajado por encargo en multitud de licencias. Sega le ha propuesto revitalizar la serie y estos escogieron Nintendo 3DS para devolver a sus orígenes a un clan de guerreros que necesitaba recuperar su esencia y estar de nuevo en boca de todos.


Desde el primer momento que pones las manos en él, sabes que esta nueva entrega es un Shinobi como los aficionados de Mega Drive podrían demandar. Lejos de su versión de 2002 o el polémico Nightsade. De si la dificultad es o no la adecuada en los días que corren. Únicamente hacen falta unos minutos por el primer nivel del juego para recordar movimientos, identificar los nuevos, volver a ver a viejos enemigos, jefes finales, escenarios... Tanto, que probablemente el fan de Shinobi despierte de su subconsciente las mecánicas dormidas de toda una década en frente de la clásica máquina de Sega.

Este nuevo Shinobi para 3DS es en líneas generales un buen remake. Conserva el espíritu de la franquicia clásica de Sega y sabe cómo introducir nuevos componentes jugables para darle más profundidad. En su contra, lamentablemente, dos defectos principales: gráficos y diseño de escenarios.


La primera partida con Shinobi es abrumadora. El juego empieza con un largo tutorial escrito antes de dejarte los mandos, después de esto viene la primera fase introductoria que es dificilísima. Un primer nivel que resulta ser demasiado largo, extenuante y que te humilla sin concesiones.

Claro que, después de jugar un poco te darás cuenta que al fin y al cabo pese a la dificultad de esta primera fase, esto no era para tanto, ya que lo complicado de verdad viene después. Hacia la mitad del juego será mejor que te prepares una buena jarra de paciencia porque la dificultad de Shinobi es superior a lo normal, eso sí, sin llegar a ser inalcanzable. Aunque, claro está, los niveles Difícil y Muy Difícil te exigen aún más de ti.


Para abordar cada desafío, nuestro personaje tiene una gran cantidad de habilidades y armas disponibles desde el principio. Estas habilidades van desde el doble salto, pasando por ataques encadenables, los clásicos shurikens, cuatro tipos de magias diferentes y un excelente sistema de defensa que te exige pulsar el botón justo antes del ataque.

Como todo buen Shinobi, el juego te ofrece varios tipos de desafíos en cada nivel. Por ejemplo, hay plataformas que saltar, también hay enemigos normales y con patrones de ataque definidos y claros, otros enemigos están situados en zonas estratégicas para hacerte daño a conciencia, y por supuesto también hay trampas y pinchos. A veces estos retos aparecen de uno en uno, y otras veces todos a la vez. Se te exige un nivel de concentración máximo, puesto que incluso en los momentos que parezcan que lo tienes todo bajo control, un error de cálculo al atacar o al defender te puede hacer perder la vida.


Por último, y para picar más al jugador, hay un sistema de puntuación de lo más inteligente. Cada enemigo y movimiento bien ejecutado da puntos, si encadenas ataques sin ser dañado aumentarás el multiplicador… pero, si eres golpeado o te quitan vidas, la puntuación se resta. Según lo bien que lo hagas y el tiempo que tardes en completar cada fase conseguirás más o menos puntos, ideal para luego desafiar enemigos mediante Street Pass.

El gran inconveniente de este nuevo Shinobi es su no tan buen apartado gráfico. En este sentido el juego falla, con unos gráficos creados con pocos polígonos y unas texturas que en ningún momento están a la altura. Las animaciones, la música y los sonidos, por su parte, son muy buenos, por eso no entiendo por qué flojea tanto todo lo demás. Otro gran defecto es el diseño de niveles, faltos de inspiración y originalidad, según avanzas la aventura te das cuenta de la poca variedad de plataformas y localizaciones. Excepto algún momento que otro que sí está inspirado el resto es todo un avanzar recto, saltando de vez en cuando y poco más.



Esta vuelta al pasado no sólo ha traído lo mejor de una de las mejores entregas clásicas, también una dificultad desafiante que nos perseguirá como si de una maldición se tratase. Nos encontramos ante toda una sorpresa, uno de los mejores de Nintendo 3DS. Si quieren un reto a su altura. Aquí hay reto, pero también hay mucha altura.

Y es en lo nuevo donde este Shinobi quiere diferenciarse. La más importante, es la posibilidad de comenzar partida en ciertos checkpoints, aunque estos no se indican y, evidentemente, los escenarios. Tomando referencia de Return to Ninja Master sobre todo, veremos homenajes, como el ascensor lleno de soldados en los conductos, o algún que otro patrón, pero se nota que el título está realizado para continuar la trilogía original. La posibilidad de crear combos en tus ataques, bajo un crítico sistema de puntuación, que te penaliza por cada impacto que recibas, sirve también para aumentar tu magia y acabar de un plumazo con los enemigos más duros en caso de combinar bien. Y, claro está, el alto nivel de dificultad, que hará que en ciertos momentos nos desesperemos para conseguir nuestro objetivo.




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